FERNANDO FERNÁN-GÓMEZ  

Escrito por David Romero Raposo en

Con los libros actúo por impulso. Me gusta ir a la librería a ver si algún libro me llama. O en el rastro. Puede ser el titulo, el autor, la foto que lleva el libro, alguna palabra, la parte de atrás del libro… Cuando quiero leer miro a mi biblioteca y siempre hay libros chillando y peleándose entre ellos para llamarme. Hace unos días me invitaron para presentar y participar en un acto, que ha tenido lugar hoy, en el que se ha debatido sobre la Ley de la Memoria Histórica. Mi respuesta fue rápida, dije que sí, los problemas vendrían después. La batalla con la hoja en blanco fue dura. ¿Cómo presentar el acto? ¿Qué decir? En ese instante alguien me llamaba desde la estantería de la biblioteca. Una voz ronca y grave. Era Fernando Fernán-Gómez. “Las bicicletas son para el verano”. Entre sus hojas encontré la solución.


LUIS - ¿Te imaginas que aquí hubiera una guerra de verdad?

PABLO - Pero ¿dónde te crees que estás? ¿En Abisinia? ¡Aquí qué va a haber una guerra!

LUIS - Bueno, pero se puede pensar.

PABLO - Aquí no puede haber guerra por muchas razones.

LUIS - ¿Por cuáles?

PABLO - Pues porque para una guerra hace falta mucho campo o el desierto, como en Abisinia, para hacer trincheras. Y aquí no se puede porque estamos en Madrid, en una ciudad. En las ciudades no puede haber batallas.

LUIS - Si, es verdad.

PABLO - Y, además, está muy lejos de la frontera. ¿Con quién podía España tener una guerra? ¿Con los franceses? ¿Con los portugueses? Pues fíjate, primero que lleguen hasta aquí, la guerra se ha acabado.

LUIS - Hombre, yo decía suponiendo que este sitio estuviera en otra parte, que no fuera la Ciudad Universitaria, ¿comprendes? Que estuviera, por ejemplo, cerca de los Pirineos.

PABLO - ¡Ah!, eso sí. Pero mientras este sitio esté aquí es imposible que haya una guerra.

LUIS – Sí, claro. Tienes razón.



Cuando la obra esta a punto de acabar Fernando me ayudó nuevamente con otro trocito de dialogo.


LUIS - Hay que ver… Con lo contenta que estaba mamá porque había llegado la paz…

DON LUIS - Pero no ha llegado la paz, Luisito: ha llegado la victoria.

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1 comentarios

Muy bueno, bien contado. Tomo nota de ese libro. Gracias , amigo, por presentarlo de forma tan sencilla y amena que atrapa al visitante.
un abrazo.

08 diciembre, 2007

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